El Rastrojero fue un rústico y eficiente automotor fabricado 100% en Argentina. Aún en la actualidad se puede ver muchas de estas camionetas perennes prestando sus servicios a la gente. Su fabricación comenzó gracias al gobierno peronista, a partir de 1952, alcanzando su producción masiva en el ´54. Se elaboraban en el IMAE (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) donde también se hacían autos, motos, tractores y los famosos aviones de guerra Pulqui que compitieron con aquellos de primera línea de EEUU y de la URSS.
Esta camioneta bien “argento” se dejo de hacer en 1979 cuando el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla junto al ministro de economía Martínez de Hoz liquidaron la fabrica a manos privadas, cuya absoluta desaparición no se hizo tardar.
Esta camioneta bien “argento” se dejo de hacer en 1979 cuando el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla junto al ministro de economía Martínez de Hoz liquidaron la fabrica a manos privadas, cuya absoluta desaparición no se hizo tardar.
Hoy día, la producción automotriz consiste solo en la fabricación y/o ensamblaje de algunas partes, cuyas licencias son extranjeras. Pero aprovechando la extraordinaria bonanza económica de la cual estamos atravesando, se ofrece la gran oportunidad de poder reactivar la añorada industria nacional del automotor, ya sea por organismos estatales o privados. Tenemos las ganas, la experiencia, personal capacitado, obreros, ingenieros, incluso aquellos especializados en motores, cosa que antes no existía. Esto podría dar empleo a numerosos compatriotas, estimular el mercado interno y, por qué no, poder intervenir en nuestra oferta de exportación, acostumbrada a las materias primas de poco valor agregado.
Una idea, un sueño mío, tuyo y de muchos otros, el cual puede hacerse realidad para construir un país mejor y merecido.
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